En el mundo nunca ha habido certeza absoluta frente a lo que pasa en nuestro alrededor. Vivimos en un mundo de constante cambio y revolución. De hecho, antes de la pandemia, las personas seguían en ese rumbo desconocido del que todos estamos aferrados, en el que seguimos viviendo y aprendiendo sobre ello.
Generar tranquilidad en los clientes y para los clientes no es nada sencillo y más cuando se trata de llegar a unos resultados tangibles para el bien común de todos los individuos.
Sin embargo, todos y cada uno de nosotros estamos en medio de la incertidumbre porque dejamos que nos controle a partir de los cambios continuos.
La hiperconectividad y la era de la información digital es un mundo que conlleva a la desorientación del mensaje. Pues, como lo expresó el conferencista Nicolás Mejía: “la hiperconectividad entre noticias nos dejan desorientados ante tanta información negativa, amarillista, violenta(…) ”.
Aquellas personas que no estén dispuestas al cambio y no deseen arriesgarse hacía la incertidumbre, son más vulnerables y débiles ante las adversidades de la vida misma. La preparación es muy importante para que un ser humano se desarrolle y se destaque en la sociedad, pero dicha esencia es lo que lo define. La pedagogía es muy fácil de entender y aprender, pero el desconocimiento de lo humano nos hace vulnerables y vacíos.
Muchas veces necesitamos separar nuestros pensamientos de las cosas que nos generan afectación o vulnerabilidad. Por ejemplo, es el caso de las elecciones presidenciales, donde se muestra la intranquilidad de la sociedad ante varios personajes que desean persuadir a la mayoría para tomar mejores decisiones frente al país. Por tal motivo, es necesario evadir estos mensajes y pensamientos para cuidar el entorno en el que estamos conviviendo. Somos seres humanos naturales y tendemos a dejarnos llevar por las emociones, los comentarios y los prejuicios.
Los buenos hábitos generan grandes líderes. Personas que hoy en día, se nutran de una buena lectura, de una buena película, que hagan ejercicio constantemente, que salgan a la calle y realicen actividades que salen de esa zona de confort, son personas que ayudan a despejar sus mentes y ser más proactivos. A veces, los malos pensamientos se construyen desde lo que nos imaginamos y desarrollamos. Por consiguiente, no debemos dejarnos llevar por ello. Realizar buenas prácticas, ayudan a que los demás seamos mejores en acciones, comportamientos y razonamiento.
Según Mejía: “el estado emocional de las personas es ese cargador inalámbrico del que todos tenemos en nuestro interior, es decir, entusiasmo, optimismo, buena vibra, buena chispa, buena energía”. Es aquella esencia que no podemos dejar apagar a causa de los malos pensamientos que a veces, nos rodean y que muchas veces, dejamos que nos afecten físicamente, emocionalmente, personalmente y profesionalmente.
Los grandes líderes se forjan no por sus descubrimientos o resultados, sino por transmitir confianza en los demás. Si tú te consideras un líder óptimo para tu compañía, para tu familia y para ti mismo es porque estás dejando huella en aquellas personas que confían en ti, que quieren lo mejor para sus vidas y se enfocan en la gratitud y en la confianza que tú mismo les ofreces. Un líder es aquel que no se rinde, pero también es aquel que combate la intranquilidad en medio de la incertidumbre.
La incertidumbre misma es ese proceso por el cual cada ser humano está dispuesto a tomar retos y cambios en la vida. En efecto, las personas que se conducen a la incertidumbre tienen claro sus propósitos y a donde quieren llegar. Muchas veces, observamos personas que se destacan no solo por sus descubrimientos sino también por romper esas barreras del NO. El ciclo de la vida se trata en retarnos a realizar acciones que nos ayuden a mejorar el ser y el hacer, a convivir con la incertidumbre por medio del miedo y la duda, a aprender y seguir valorando, a tomar decisiones que moldeen la vida que quieren llevar. No se trata de la vida, se trata de retarse y hacer cambios por ella, no vivir siempre de lo mismo sino hacer un cambio y seguir creciendo.
La adaptación se basa en ese proceso del que cualquier organización necesita construir para forjar un mejor mañana. Sin embargo, para que una organización crezca exponencialmente se necesitan personas correctas que también tengan sus mismos propósitos e ideales. Como lo expresó Mejía en el podcast “son las personas correctas, haciendo lo correcto, en el lugar correcto” teniendo en cuenta que el propósito y la pasión con la que se desarrolla lo tangible.
Las grandes empresas de hoy en día necesitan cumplir con el perfil adecuado de una persona para lograr grandes resultados tangibles. Por ende, siempre deben de guiarse por el proceso de selección y reclutamiento. En consecuencia, si no hay un correcto proceso de selección, hay dudas en el perfil, en la gestión y en los resultados.
Cualquier cosa que afecte de afuera hacia adentro, afectará el proceso y crecimiento de ENCONCRETO. Sin embargo, un líder siempre debe adaptarse el doble y siempre debe estar un paso adelante de su equipo para que hayan mejores resultados. Muchas veces encontramos personas que a través de su conformismo y sencillez, no resuelven los problemas y no crean resultados perecederos. Por tal motivo, en ENCONCRETO buscan personas que además de ser familia y amigos, sean personas trabajadoras y tengan un mismo propósito que camine hacia la estrategia, la innovación y las personas.
Estamos en un mundo rodeado de constantes cambios en la sociedad, por ende, se deben encontrar personas optimistas que ayuden a encontrar soluciones para dicho cambio. Aprender a separar el éxito del fracaso y convivir con individuos que le sumen, más no que le resten. El éxito solo se logra si cada uno de los integrantes del equipo logra dichos acontecimientos. El fracaso no se vence con el miedo, sino con las ganas de retarse y encontrar soluciones.
La esencia del trabajo en equipo y el talento no radica en el acompañamiento de los individuos durante la lucha constante de los cambios, sino en la solución de cómo se generan dichos resultados cuando se quiere conseguir lo establecido. Se debe de trabajar mucho en el pensar, el hacer y el actuar. Pensar dos veces antes de expresar y tomar decisiones.
Siempre hay que ponerle la mejor disposición a lo que no se ha logrado porque es ahí cuando la vida misma te expone los parámetros para romper los límites de la mente. Según Mejía “la adversidad hace parte del camino”, pero el individuo que no separa la queja de la competencia, no saldrá librado y se sumergirá en la incertidumbre.
El error más grande de los seres humanos es asumir lo que no se puede controlar, por lo tanto, hay que aprender a responsabilizarse de lo que si puedo manifestar como el control de la mente, de comportamiento y de atraer aspectos positivos. Todos los seres humanos y las empresas poseemos 3 etapas: la negación, es decir, expresar negatividad ante un hecho que no me ayuda a cumplir lo inesperado; la resignación, es decir, existe un sentimiento de rabia, de culpa, de víctima, de reflexión y la última; la aceptación, es decir, transformarse frente a una nueva realidad y vivir la incertidumbre con la mentalidad de nuevas oportunidades.
La preparación hace que las personas sientan, crean y hagan lo mejor de si para adaptarse a una realidad. Una oportunidad para mejorar, encontrar ilusiones y esperanza para crear optimismo, hallando grandes ideales, soluciones y pensamientos nuevos para ser proyectados e inventados, es la mejor solución para vivir en la incertidumbre y crear resultados correctos.
Escrito Por:
La información presente en este artículo está basada en el episodio #2 de Conversaciones Estratégicas by Enconcreto en colaboración con Nicolás Mejía, CEO y Conferencista de Actívate
Escrito por:
Juliana Bustamante
Área de Comunicaciones Enconcreto
Archivado en:
Acerca de Estrategia + Innovación + Personas
Presencia
en LATAM.
EEUU
Miami
LATAM
México
COLOMBIA
Bogotá
Medellín