La inflación y las tasas de interés elevadas aumentan la situación actual de incertidumbre que rodea la economía del país. Pese a esto, los colombianos continúan gastando dinero para satisfacer no solo sus necesidades básicas, sino también aquellas que les proporcionan comodidad, bienestar y entretenimiento.
En Colombia, el consumo de los hogares sigue siendo uno de los principales motores de la economía, representando cerca del 70% del PIB. Sin embargo, el comportamiento del gasto de las familias ha venido cambiando en los últimos años. Según el informe Raddar de octubre de 2022, las comidas fuera del hogar se han convertido en el tipo de gasto que más crece, con un aumento del 11.3% en comparación con el año anterior.
El gasto en las comidas fuera del hogar representa una inflación relativa superior al IPC, lo que indica que los precios de los alimentos en restaurantes y otros establecimientos están aumentando a un ritmo mayor que los precios en general. No obstante, la tendencia apunta a que los colombianos prefieren esta opción.
Por otro lado, el monto invertido en alimentos del hogar tuvo la caída más grande en el último año, con una disminución del 1.7%. Este descenso podría estar relacionado con los precios elevados de los alimentos básicos, afectando el poder adquisitivo de las familias. A pesar de esto, el gasto en alimentos del hogar sigue siendo el tipo de gasto en el que más invierten los colombianos, lo que indica que el consumo de alimentos básicos sigue siendo prioritario para las familias. Es posible que los hogares estén ajustando su presupuesto y buscando opciones más económicas para comprar alimentos, como acudir a tiendas de descuento o sectores informales.
Maximizar la eficiencia y reducir los costos en la cadena de suministro, desde la adquisición de materias primas hasta la entrega del producto final al cliente. Esto implica el diseño y la implementación de estrategias que permitan una gestión más efectiva.
Desarrollar nuevas líneas de productos que se adapten a las necesidades y preferencias de los consumidores.Por ejemplo, lanzar productos de menor costo o en empaques más pequeños para que los consumidores puedan adquirirlos sin tener que gastar tanto dinero.
Fortalecer las alianzas estratégicas con otras empresas que cuenten con productos complementarios para expandir la línea de productos y crear descuentos de valor para los consumidores.
A pesar de estas medidas, se espera que la inflación siga siendo un desafío para los sectores de consumo masivo en Colombia. Los cambios en los precios de las materias primas, la variabilidad de la tasa de cambio y la inestabilidad política y social son factores que pueden influir en la inflación. A medida que la economía se recupere y se fortalezca, es posible que la inflación disminuya, pero por ahora, las empresas de este sector tendrán que seguir adaptándose estratégicamente a esta realidad.
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